No me
importa llegar tarde
veo esta
paloma
aplastada
irreconocible
en el
cordón de la vereda
alguien
pasa
silbando
la música
se eleva
la paloma
se eleva
y quedan
suspendidas
en un
recorte del cielo
entre el
contorno de las nubes
y las copas
de los jacarandás
que
colorean las veredas del barrio
© Mario De Luca
Una situacion paradojal, antitética, dificil de aceptar: el contraste de los bordes felicidad- dolor, que aquí el talentoso Mario de Luca ha sabido engarzar en
ResponderEliminarun poema inolvidable
Clelia
Una sensibilidad amorosa. Me encantó.
ResponderEliminarBello!
ResponderEliminarPrecioso poema. Gracias, abrazo, Inés.
ResponderEliminarel poema como testimonio de un pequeño y piadoso milagro, aliento para la esperanza. Precioso, Mario.
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer