MIEDO
El sol es un manto deshilachado en la siesta.
Dibuja sombras escuálidas en la maraña del monte.
Un chasquido, un grito seco. Seco y ahogado
-Alguien golpea -digo
-Alguien golpea los
piquillines –dice mi madre
Y una lluvia de manzanas dulces y pequeñas
alfombran la tierra.
Es la iguana hambrienta, que desea y golpea.
-Es del diablo -digo y me persigno.
Con su cola, golpea y me llama
© Leonor Mauvecin
Divino Leonor! Besos de Tinta!!!!
ResponderEliminar"... y me persigno" maravilloso.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Me encantó.
ResponderEliminar"Dibuja sombras escuálidas en las marañas del monte" (¡!) Y ese final para tu poema: "Con su cola, golpea y me llama" (¡!)
ResponderEliminarR.
www.revagliatti.com
ResponderEliminar¡Qué recuerdo maravilloso, Leonor!!!
Un abrazo,
Alicia Márquez
Me encantó. El recuerdo, las imágenes, la narración, el poema. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarHermoso poema. Se pueden ver las imágenes en sucesión. Griselda Rulfo
ResponderEliminar" Diablo e iguana"
ResponderEliminarQué buena imagen.
Besos.
Tere Vaccaro.
Hola Leonor,
ResponderEliminarme encantó, como todo lo que escribes. Me pareció ver las manzanas y oír la iguana, además de verte niña...
Un abrazo
Juany Rojas
Siempre leerte es un placer. Mas escucharte. Cariños
ResponderEliminarGracias poetas!!
ResponderEliminarMuy bueno tu poema, Leonor. La sencillez y la economía de palabras vuelven al recuerdo muy próximo. Felicitaciones, Elena Eyheremendy
ResponderEliminarQué hermoso poema! Tan delicado, cada palabra tan precisa en su lugar indicado...imposible no estar en esa siesta. ♥️
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