Poema de Clelia Bercovich
PERFUME DE LIMONES
Cada cosa que pasa es historia,
Escribir en la vieja máquina, no.
A mí me llama el viento de la madrugada.
de todas las madrugadas,
porque siempre sopla.
Bulle a lo lejos, atrás, donde hay montañas que imagino
y escribo alguna cosa.
Hoy en la Boca se quemó un conventillo.
No hubo víctimas.
En una pieza dormían los niños y alguien los sacó.
No será historia, tampoco.
Hubo un vuelco en plaza Francia.
El conductor ha muerto.
Y el presidente
olvidó el Padrenuestro.
No es nada.
Sólo que nos salven.
Que alguien nos salve de las aves de rapiña
Tenemos los fragantes limones todavía.
El nácar de las flores y los frutos
Vagará su aroma por las calles de tierra
en Tucumán.
¿Irán limones hacia el norte?
No sé si harán historia..
(Siempre hay alguna)
© clelia bercovich
4 comentarios:
Realidad atenuada con bellas palabras.
Tenemos que salvarnos, como sea, querida Clelia. Tu poema es una maravilla.
Beso grande,
Alicia Márquez
La poesía como barricada, como alerta de que estamos vivos! Felicitaciones, Clelia!!
Me encantó!!
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