A veces cuando te extraño
aprieto fuerte párpados y deseo.
Entonces te sueño.
La casa es la misma
un corredor dos ventanas
tu dedo índice dibuja
sobre el vidrio empañado
una sola línea:
te espero.
El sueño muere
aunque todo muere
salvo la
espera.
© Sandra Gudiño
qué belleza! cómo me atraparon los tres últimos versos! susana zazzeti.
ResponderEliminarSalvo la espera, sabiduría en este poema, bello y doloroso.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Hermoso poema, Sandra, un placer leerte!!! Felicitaciones!
ResponderEliminarMuy bello.
ResponderEliminarSimple bello sutil. Todos hemos estado allí. ...
ResponderEliminarMuy buen poema, Sandra. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarRealidad y belleza se unieron y la ilustración acompaña.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty Badaui