¡Con qué solicitud conservás tus cadáveres!
El tiempo les pasa por encima:
capullos vacíos de crisálida,
rellenos de cirios-nomeolvides-siemprevivas.
¿Por qué no te bastan los símbolos?
¿Para qué tenerlos enteros?
Todas las noches
bajás a recuperarlos.
Cada noche
los moldeás de nuevo,
siniestra escultora.
Cada noche
los contás
y qué turbio placer
cuando la cuenta resulta exacta.
© Paulina Juszko
es muy interesante muy impactante el comienzo
ResponderEliminarMe gustó este poema.
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