BANQUO
Un verdadero lazo entre hombres
sólo se logra en un campo de batalla,
bajo la lluvia y los truenos.
Combatimos juntos,
convertimos las cabezas enemigas
en nueces, que partimos y degustamos,
envueltos en la alegría de la victoria.
¿Qué pasó después? ¿Dónde quedó el honor, la valentía?
El General Macbeth, mi amigo,
no fue capaz de matarme con sus propias manos.
A veces lo entiendo, o trato de perdonarlo:
¿Quién no desea tener, alguna vez,
una corona sobre su sien
aunque esté cubierta de barro y sangre?
© Patricio Foglia
Me encantó!
ResponderEliminarjaja es genial me encanto la tematica y el estilo
ResponderEliminar