necio entre los necios despiertas
y contemplas la luz plateada de la noche lunar.
ardiente claridad inquisidora.
hay un círculo que al vasto blanco no encierra
y que al hombre permite mirar.
inclinas tu cabeza tembloroso
y una mano anónima acaricia vulnerable tu rostro
y eleva tu mentón y al firmamento te entrega.
lágrimas blancas. olvidos eternos.
no hay vergüenza en el camino
cuando el minúsculo paso inicial ha sido consumado.
de blanco a blanco la vida sonríe y la muerte acompaña.
el rojo es latido. el rubor artificio.
© Mónica Palla/Daniel Marino
La vida y la muerte, pasos necesarios del hombre en la tierra. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarBuen poema donde la vida y la muerte se enfrentan,
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.