DESDE FORDLANDIA
te preguntaba si los árboles carnívoros
me preguntaba si los espejos de
colores
si las cruces cruzadas
por crudos increíbles
quietud extrema
mórbida que
arrastra húmeda
me zumba
-Nada
seringueiro el árbol
no llora leche negra sino una muy gomosa
y bastante clara gota que cae
lágrima
viscosa
dolor de campo concentrado
-Nada pero nada
detrás de esa gota de árbol semen
fabrica
preservativos
que contienen
la multitud que corea a whitman
fuelle de látex henry latón mil nueve treinta ruedas de
limusina
rey de la piñata que se estira
-Nada nunca nada.
norteamericanas perillas de las radiocitys y otras
frecuencias
órbita de muñecas inflables nadie jamás las vio pero el
mundo imagina
-Nada nadie.
dispuesto a desflorar el cuadrado virgen
de foresta fordlandia que en la memoria de unos pocos
reproducirá ad infinitum
la vida en Detroit
-Nadie nada, Amazonía.
en la foresta una pista de baile sillones dentistas porches
con sillón de viena cine a pura película de amor
-Nada de lo que aporte importa.
guantes para operaciones
de la bolsa
bolsa de la diálisis
de famoso gourmet
análisis financiero
de ruleta rusa
empleados de rígidos horarios
estampados en la frente
rectangular sello
de goma y tinta
negra negra negra
simulacro de ciudad pujante
más allá de la décima cuadra la foresta trabaja borra con
matas salvajes todo intento de domesticación
-Amazonía.
incierta certeza jamás revelada
vivir en libertad
la marquesina estalla al viento
estrellas
que nadie
ve
-Nada.
© María Lyda Canoso
Tan reconocible y único tu verso. Me recuerda cuando acostaba a los 5 años una muñeca y me decía por qué cierra los ojos si se acuesta, no siempre estoy con los ojos cerrados yo. El paso siguiente fue, para mi desgracia, hundirle los ojos a la muñeca!!! Ay que caro pagamos a veces esa necesidad de saber de qué están hechas las cosas, cómo son y por qué. Verlas pasar, mientras pasamos convierte tu actividad como un poetizar dejándote tocar por objetos, paisajes mientras te preguntás de qué están hechos, poeta, niña curiosa.
ResponderEliminartienen rayos X esos ojos celestes, preguntando de que cosa estáa hecho el mundo que va pasando.
ResponderEliminarUn abrazo Marily
clelia Bercovich
ResponderEliminarQuerida Cle!!!!!!!!
Marily tan intensa tu palabra perfora el paisaje, perfora el objeto y tambien perfora la palabra. Adoro que no tengas compasión y el poema haga su trabajo. Me encanta leerte!
ResponderEliminarMe gustó leerte, tenés un estilo muy original.
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