Poema de Darío Oliva

In memoriam

es una mentira que pagarán caro las preguntas

de la tos que nos tuerce a cada línea de palabras.

Adrián Campillay [1969-2017], corazón bajo el agua

¿Cómo hacer para que el vino no agriete la garganta,

y vacíe de respuestas la mirada

extraviada en la extrañeza de la noche amurallada,

y detener la sangre que derraman palabras silenciadas?

Decir adiós y renunciar al abrazo postergado

                                          en mañana fría,

sellada con lentitud de rocío,

recomponer el sueño y desenrejarlo

de tenues y entrecortados silbidos,

tal vez intensifique los ladridos del desconcierto

                                    o los anule.

Comprender que entre el humo y la ceniza

                                        se consumió vida,

como el liviano crepúsculo de un cigarrillo,

y que en el viento van las respuestas aprendidas

(como cantaba Dylan) a las que renunciamos,

porque a nadie importó que preguntáramos

por el fuego, la muerte de las minerías a cielo abierto,

y la tos del agua envenenada en nuestros cuerpos.

Seremos, pese a todo, palabras,

con desborde intencional de océanos

sobre la oscura inequidad de los desiertos…

© Darío Oliva