3/4/18

Poema de Alicia Corrado Mélin



Sueño en el sueño.             
  
Es la hora de los huecos
esa que conecta
otras verdades
y empuja
escapada
                       de un agua lejana
acaso
para enmendar
una caricia
o cachetada
en la noche inmensa.
No sube
está cercándome.
Por más intentos
de mirlos
gorjeando
para distraerla              
                       de su tiempo
y el mío
no es             
                       ahora .
Se hace pequeña
recorriéndose
en su pueblo hundido
ramito de flores
para la foto
de niña
sonrisa pegada
en sepia.
Da
la espalda
al día
para que yo
impostora
la capture
insisto

y me
mastica madrugada
¿Es qué me llama, todavía?
La escucho
y no quiero escuchar
necesidad de no abrigo
                                        de hules
tan ficticia la oscuridad
como
mis sábanas y frazadas enredadas.
Afuera
sobre el asfalto mojado
se oyen kilómetros
de tanta vida
que no
concibo
velocidad.
Las dos
como antes
en pausa
unidas
de
unidad
no
juntitas
dije
unidad.
Acá
los mirlos
no entran
porque
las paredes de la habitación
sepulcraron
y todos queremos
aire
sin
rejas
que nada pase                                                                                                                              
                                                                                                                                  
ni se ensortijen en su pelo débil
más
                                         promesas
                                         secretos
de los que
                                         de eso no se habla
menos
en la finitud noctambula
de las respiraciones
que regalan vigilia.
Es la hora de la luna loca
y el silencio
trae
sonidos secos
mi pulso no quiere ritmo
de una sirena
a lo lejos
otros
desencuentros tal vez
y el de ella
tan fragmentado
como aquel invierno.
Casi que amanece
por el espacio finito
de la ventana cerrada
que atestigua
orificio
en ocres.
Entonces
la dejo soñar despierta.
                                        ¿Despierta?
Como cuando
todo fue calendario
y tuve que cerrar
manos y mirada 

así
se me quiebra
la noche
desprendiéndose
de relojes
y ella
aún
merodea
mis insomnios
despierta
siempre despierta.                                                                     




 © Aly Corrado Mélin



5 comentarios:

Blogger Dardo festino ha dicho...

Bellísimo querida Aly, abrazo

4 de abril de 2018, 12:01  
Anonymous Vilma Sastre ha dicho...

Bellísimo texto Aly. Las imágenes, el lenguaje y ese recorrido de los yo me encantaron. Cariños.

8 de abril de 2018, 12:44  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Excelente.

8 de abril de 2018, 21:37  
Blogger Unknown ha dicho...

Hermoso

10 de abril de 2018, 13:31  
Blogger Silvina Vuckovic ha dicho...

Hermoso poema, Aly

30 de abril de 2018, 1:04  

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