Cada uno hace de su duelo
una poción de savia
o de cicuta
y la bebe a sorbos con los ojos
calladamente,
la empuja
la mastica
y hasta la devora con una sonrisa.
Cada uno entona su canción triste
algunos
con cuerdas de guitarra
otros
con retumbe de cuchillos mientras la sangre cae
gota a gota en melódica cascada.
Lo cierto es que cada uno hace su duelo
con dientes gastados
y cuando se mira al espejo
es capaz de llorar
irónico,
a lágrima seca.
© Lidia Vinciguerra
Intenso. Me gusta mucho. Griselda Rulfo
ResponderEliminarMuy bueno, para ponerle música.
ResponderEliminarSi Lidia a lágrima seca aun cantamos.
ResponderEliminarMichou Pourtalé