Poema de Hugo Francisco Rivella
EN CADA RAMA EL ÁRBOL DE MI CASA
En cada rama el árbol de mi casa
guarda secretos.
Si cortara su tronco, en los
anillos de la corteza habría nombres que se expanden y lagos y espejos y
mujeres de barro, mujeres vasijas, mujeres ánforas, mujeres hechiceras.
Me veo correr entre el follaje
persiguiendo zorzales, fueguitos, reinamoras. Pirata de la luna. Barco del
ensueñero. Horadador de andenes que cuelgan del
otoño y me veo al lado de mi niño,
la cola del cometa, la flor que hace un escándalo por ser aguamarina,
y te veo, madre,
barriendo,
mientras riegas, el patio, el
escondite del ángel de la guarda y el temblor de la araña colgando de la
sombra.
También cuelga la hamaca con mi
boca sonriendo y mi inocencia impune
fatalmente inocente.
Baja del árbol, ya. No toques las
estrellas. No despeines al viento. No sueltes a los pumas. No cortes el perfume
del naranjo.
No espíes a la vecina.
Deja ya de jugar que eres un
hombre.
© Hugo Francisco Rivella
4 comentarios:
Qué felicidad que alguien contemplando un árbol rescate las vivencias más puras y que logre con los recuerdos un gran poema, me encantó leerlo.
Un abrazo
Betty Badaui
Buenísimo, HUGO. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
El árbol que encierra todas las vivencias. Muy bello.Un abrazo
Graciela Barbero
Esos momentos cargados
de recuerdos y vivencias, nos entregan una hermosa nostalgia y grata sensación por lo vivido. Cuánta belleza!
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