Calma.
La calle
arrastró los pasos
hacia las sombras.
Un pincel de luna
tiñó
de luz
dos cuerpos.
Dos bocas
abrasadas
en el beso largo.
El beso húmedo.
El beso
que fue agonizando
de a poco.
Y el canto de tu piel
se metió en mi piel.
El canto
que ahora persigue mis noches.
© Griselda Rulfo
delicadísimo, gris, como me gustan ciertos poemas, con su realidad contada con clama, a pesdar de las hogueras. susana zazzetti.
ResponderEliminarBello poema, Griselda. La pintura de un instante que se refleja en la palabra. Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Griselda, un poema espléndido, que se desliza
ResponderEliminarcomo el PINCEL, la penumbra Y el CANTO en la CALMA.Gran beso Isabel Llorca Bosco
Como si lo viera desde una butaca de cine!
ResponderEliminarBesosssss
Erotismo escrito con dulzura y que penetra el alma
ResponderEliminarHermoso poema, lleno de pasión y dulzura. Una abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
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ResponderEliminarGriselda, me gusta tu poema, porque es un poema que transcurre, como el tiempo, como la vida, como el cine. Un poema efectivo. Felicidades.
Carmen Amato
Felicidades Sandra, un bello poema llamando a despertar y actuar como adultos.
ResponderEliminarCarmen Amato
Es un placer leerte, Griselda!
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ResponderEliminarNunca sé que escribir para los poetas que me conmueven siempre.
Lily Chavez
Querida Gri, tu poema es como un cortometraje del beso entre os amantes. Bello.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Muchas gracias por sus comentarios. Griselda Rulfo
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