Poema de Francisco José Malvárez

A VECES 

   a veces, como ahora, caigo de rodillas sobre lo incierto 

no tengo miedo, si asombro 

y me veo que estoy como estoy, y estoy bien 

más allá de seguir atrapado en mi propia muerte 

pero en estos estos momentos de lo incierto estando donde estoy,  no me urge ni me asfixia 

más te diría, que estoy en una liviandad y laxitud admirable 

por lo que me siento muy bien 

todo acá me es extraño, por lo que sea 

estoy acá en las termas de río hondo 

lugar que tanto anhelaba conocer y que quizás idealice demasiado 

bueno, me guardo la impresión, la que no es muy favorable… 

pero si el proceso, curioso y admirable porque me hace bien 

   a veces, como ahora,te decía, caigo de rodillas 

pero no con los brazos en cruz ni implorando o pidiendo perdón 

por el contrario, beso el piso, ese piso incierto que me sostiene 

esto, en este hoy, acá y ahora, donde estoy, me hace bien 

no sé si feliz, pero estoy tranquilo fluctuando en la liviandad y la laxitud 

con una paz que quizás exceda 

sin importar demasiado cual será el próximo paso que daré ni a dónde 

deseo vivir más allá de mi muerte 

amo esta vida como es, como se presenta, con su oscuridad y su luz 

con sus inciertos, con su dolor y su silencio 

amo este aquí y ahora, aún con mi muerte resoplando en mis orejas… 

   a veces, como ahora, caigo de rodillas 

quizás como la última hoja de un árbol cansado 

en un otoño común, cotidiano y cualquiera 

con una liviandad y laxitud asombrosa 

dejándome llevar por esas locas brisas del destino 

o si te parece mejor, de la vida 

de esta puta vida que tanto amo 

la que dejaré con el mismo frenesí conque la viví

© Francisco José Malvárez