28/2/18

Poema de Osiris Mosquea



Tras el cristal 

Detrás del cristal, todo se diluye, antagoniza y se hace sombra: el parpadeo de los faroles en las calles, la lluvia que cae, la marca de un transeúnte arrojada sobre el asfalto, los quietísimos momentos añiles y casi nulos de unos ojos tras la ventana. Todo lo engullen las alcantarillas al caer la lluvia, hasta la caricia niña que navega en algún cuerpo sembrando una semilla. 

Una neblina gris me asedia 
detrás del cristal de la ventana 

Un acre olor flota en los rincones de la casa 

La piel de la cebolla 
extrae su lengua y lame las paredes 
que esconden malversadas palabras 
las dichas, las no dichas 
las horas derrotadas en el círculo de la alfombra 

Un chubasco golpea en la esquina 
el rancio escote de la calle 

La luz se inclina sobre la oscura visión de un transeúnte 
que remoja sus lágrimas con la lluvia 
como si fueran las últimas 

El reloj continúa dando las horas 
sin importarle el chubasco, 
la mirada indiscreta de la lámpara 
o las transitadas calles de New York 

Las alcantarillas engullen 
los secretos de la noche 
todo lo que abrazan en su vientre bajo la lluvia 
y con fugaz resentimiento 
el ojo del farol me espía.



© Osiris Mosquea

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Osiris...me gusta la estructura que trabajás y las sutilezas que insinúan,
abrazo desde Rosario.
susana rozas

5 de marzo de 2018, 18:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

EXTRAORDINARIO POEMA QUE EXPLORA 'LO LLUVIA' CON GRAN RIGUROSIDAD, apelando a lo sensible, las alcantarillas que engullen la lluvia, curiosamente el efecto general es de encierro, salvo la prescindencia de los objetos, algunos objetos, que permanecen indiferentes frente al dominio múltiple y heterogéneo de la luvia.
tengo dos poemas, publicados, con un enfoque muy semejante.

Me encantó.

Clelia Bercovich

5 de marzo de 2018, 22:50  

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