Poema de Inés Legarreta
Estaba tan triste, tan triste,
que
ir a sus brazos
es tan natural como tomar agua de un arroyo en la montaña
papá adoraba las montañas, el paisaje del sur
la cercanía de los lagos
la belleza
no creemos que sea posible
algo así
pero está el agua pasando entre nuestras manos, el color, la
transparencia
otra vez papá y yo
hablamos
lloro
delicadamente
hizo el chasquido con la boca, dijo lo que siempre decía
para hacerme reír
"no es tan malo, Negrita"
“¿acá o allá?"
"en los dos lados"
y después volvimos
a caminar
a lo largo de no sé dónde
- era tan cálido/ qué feliz era-
hasta que nos perdimos de vista
como cuando murió
yo lo miraba
pienso "está vivo"
pero ya no soy una nena
ni camino de su mano
le sostenía la ilusión para que pudiera tragar aire
le sostenía las cosas
los caballos que se escapaban del corral
había que cerrar la tranquera
en el sanatorio
y yo la cerré
papá decía "apurate antes de que salten"
después le puse
candado
doble cerrojo
una moneda en el cajón/ y tierra de donde había nacido
para que atravesara sin problemas
la muerte
nadie me consuela como papá
nadie
© Inés Legarreta
7 comentarios:
Complleto, está todo dicho con amor, infinito amor, gracias por compartirlo
Un abrazo
Betty
Cuánta hermosura Inés querida puede haber incluso en la desolación dentro del poema. Abrazos.
Tana Pasquini-
Tan profundamente triste. Me conmovió hasta las lágrimas, Inés.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Gracias, amigas poetas, por los comentarios.Es un poema que quiero especialmente. Abrazo, Inés.
Ay qué belleza! Y tan en sintonía con el poema mío que publicó Gus .. Hechizada quedé..
Abrazo Inés
Celina
Qué hermoso Inés!!! El poema se desliza como vos con tu padre, de la mano.
Gracias Marily! Y Celina, sí, es cierto, nuestros poemas se hermanan en la amorosa ausencia... Un abrazo a las dos, Inés,
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