y cuando digo tango
digo paredes escamadas
dos cuerpos merodean sus costados
un rumor de sombra sobre sombra
y toda la luz desandando el sudor
perfiles inclinados uno sobre otro
envuelve el hombre a mí, mujer que entrega
toda su posible
bocas enfrentadas que escuchan sus olores
todo al descubierto
y cuando digo tango
universo extendido más allá
digo el asombro
contracciones del sexo
que escupen huesos en cadencia
y la mano de él que se incrusta en mi espalda
vuelan los cuerpos
el círculo amoroso
estira el párpado su total longitud
tensa los músculos la victoria
hay peligro en las miradas
manos
que muerden y apenas tocan
está abierta la luna a medianoche
y un mundo de corcheas y de fusas
es el espacio precario
donde se inventa el cielo
y el tango cabe en un
suspiro
© Graciela Licciardi
Después de tu descripción del tango, no hay palabras posibles para agregar, Graciela!!!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
El tango en tu obra y en tu vida Graciela. Intenso y bello tu poema. Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarGracias Marita y gracias Gustavo por publicar un poema mío...siempre es grato!!!
ResponderEliminarUn beso grande
Con todo cariño
Graciela Licciardi
Me entangó, digo encantó!
ResponderEliminarMe gustó mucho. Clima de sensualidad y música. Me encanta "está abierta la luna a medianoche". Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
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