5/1/18

Poema de Patricia Corrales


Esteban 

Debía bajar duraznos del árbol para ti
Éramos niños en la orfandad de la siesta
Quería que tuvieras el poder de soñar
porque tus ojos pedían a gritos otro mundo mejor
Yo sabía de secretos bien guardados
Desde ese entonces lloran las luciérnagas que atrapábamos y el croar del estanque no cesa
Fuiste invisible para muchos
pero yo siempre te vi
y no pude ayudarte
no pude salvar la inocencia
porque éramos inocentes arrastrados por un destino de otros
y fue como escribir un estamento de brujas que es hasta hoy como el tic tac del reloj mientras el silencio se apodera de tu recuerdo
Debía salvarnos y no supe, ya es tarde
Ojalá tu hogar no sean esos campos que araste hasta sangrar cubierto de lágrimas, inventando un paraíso en el exilio


© Patricia Corrales

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10 comentarios:

Blogger Isabel Llorca Bosco ha dicho...

Patricia, excelente poema. Mirá que arar durante el exilio es el colmo del sufrimiento. Voy a memorizarlo para recitar en "la orfandad de la siesta". Es de lo mejor que he leído. Un beso grande. Isabel Llorca Bosco

5 de enero de 2018, 12:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

absolutamente conmovedor. me deja su ternura. susana zazzetti.

5 de enero de 2018, 21:11  
Blogger Marta Rosa Brignolo ha dicho...

Ternura y dolor en el recuerdo.
Buenísimo!
Marta Rosa

9 de enero de 2018, 4:32  
Blogger Patricia Corrales ha dicho...

Muchas gracias Isabel sería un gran homenaje a su paso por esta vida. Abrazo

9 de enero de 2018, 11:14  
Blogger Patricia Corrales ha dicho...

Es verdad Susaba , un ángel , gracias por tu comentario

9 de enero de 2018, 11:32  
Blogger Patricia Corrales ha dicho...

Gracias Maria Rosa por tu comentario, un abrazo

9 de enero de 2018, 11:33  
Anonymous Bea ha dicho...

"Desde entonces lloran las luciérnagas..." Cuánta belleza Patricia!

9 de enero de 2018, 16:16  
Anonymous COCA ha dicho...

MUY BUENO PATRI, ME ENCANTÓ.

18 de enero de 2018, 17:56  
Anonymous betty badaui ha dicho...

La ternura, el recuerdo, la tristeza y la palabra que ha enlazado bellamente todo, me emocionó.
Un abrazo
Betty

19 de enero de 2018, 20:21  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

La silenciosa infancia permanece en su rincón de siempre acariciando sus miedos, sus vivencias.
!Impacta!

20 de enero de 2018, 16:16  

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