paco paco
como un zángano tras tu muerte
noches feneciendo en los brazos del humo
tu cerebro
xilofón desafinado
neblina radioactiva que te va quemando los ojos
pocos fósforos te quedan en la caja
y aun así
morirás adorando
un pantocrátor apócrifo.
© Mónica Angelino
ufff, moni, ¡¡ cuánto énfasis en el sentimiento!!
ResponderEliminarun golpe de hacha este poema tan perfectamente logrado! abrazos. susana zazzetti.
Fuerte...intenso ...movilizados siempre Mónica, gracias 🍸🍸
ResponderEliminarConcentrado el chiquitín... cuánta intensidad, amiga, cuidado...
ResponderEliminarClaudio Simiz
Muy bueno, Mónica! Abrazos!
ResponderEliminarMarta Rosa
Poema por si a alguien le quedaba alguna duda acerca de la capacidad de exorcizar de la poesía...
ResponderEliminarExcelente moni
ResponderEliminarDiego bennett
ResponderEliminarMe dolió en el alma.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Excelente y doloroso. Bello!Abrazos.
ResponderEliminarRosa Lía
maravilloso!!! su intensidad desboca y demuele... contundente!!! me encantó!!! gracias por tanto y compartirlo, francisco
ResponderEliminarMuy bueno, apasionado e intenso. Imágenes excelentes. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarDuro, contundente. Un gusto leerte siempre.
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