Poema de Marita Rodríguez Cazaux
LA SILLA
A mis
padres
Quién tendrá el honor de sentarse mañana
en esta silla que compraste, padre,
una tarde,
después del trabajo.
Esta silla vienesa, de madera clara y barnizada,
piadosa voluntad de árbol
que ocupaba mamá.
La miro en el rincón de las ausencias
y guarda todavía el gesto de tu mano
acercándola al lugar más luminoso de la sala.
Luego, era su voz menuda,
la simpleza del secreto, la confidencia.
Cuando quedaste solo, segado de su presencia,
la vida te pareció desnuda.
Y la silla, huérfana de peso dulce
se arrinconó en un vértice de sombra.
Ansiosa de su cuerpo,
apenas decorativa, sobrevivía.
Hoy sé, que siempre viste,
liviana y bella,
la imagen rubia, bajo la luz de la ventana.
© Marita Rodríguez Cazaux
9 comentarios:
Hermoso Marita "el rincón de las ausencias" flora levi
Mil gracias Gustavo, por compartir tan generosamente la obra de los poetas contemporáneos.
Es un poema muy bello. Tema conmovedor: la persistencia de los objetos y la ausencia de los seres amados...Marita, felicitaciones!
muy sensible a tu poema. me vi repetida en esa belleza. felicitaciones. susana zazzetti.
Entre en ese pequeño gran mundo porque de algún modo lo viví hermoso poema!!!!
Bello texto, que deja una impresión de tristeza dulce y placer estético. Gracias. Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)
David Sorbille dijo...
Maravilloso poema, Marita!! Un abrazo
Marita!! Cuánta ternura atesora tu poema, prestado por tu alma a la poesía. Maravilla de sentir!!
La dulce tristeza, la enorme nostalgia de la silla vacía.
Me encantó y me hizo lagrimear, además.
Un abrazo,
Alicia Márquez
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