COMO EL VIENTO Y EL PAJARO
Vení a nacer conmigo, en este día
la vida huele a beso y es preciso
abrirse las heridas y las culpas
refinanciar la deuda de los sueños impagos
la fe en las derrotas.
Nuestra paciente herencia de esperanza-
Vení a nacer conmigo, la vida es hoy y quiero
llenarme de racimos la congoja
florecer las espinas de las lágrimas.
volver a caminar, después de tanto...
Vení, nacé, reverdezcamos juntos
como la lluvia y la humedad subamos
por los poros gastados de la historia
a ser la vida una vez más.
qué importa de quién es la verdad.
Es preciso atrevernos, no asustarnos de la dura experiencia
zurcirnos los remiendos de la duda
apostar por el hombre.
Vení y en este día mágico
seamos nada más que un simple símbolo
como el viento y el pájaro.
© MARIA DEL MAR ESTRELLA
querido gustavo!!!! siempre cerca del corazon!!y siempre en gratitud por hacerme participar en tu magnifico Blog!!!abrazo inmenso!!!!
ResponderEliminarmaria del mar
Hermoso poema, María del Mar, con la esperanza sobre el hombro!!
ResponderEliminarLa esperanza que eleva invitando desde la belleza de tu poema
ResponderEliminarSusana zazzetti
gracias noemi..gracias susana!!!!!
ResponderEliminar❤❤
EliminarLlamado de esperanza y libertad. bello poema.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
MUCHÍSIMAS GRACIAS MARÍA DEL MAR POR LA ESPERANZA Y EL REVERDECER!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Tere Vaccaro.
Sin palabras, María del Mar, ¿qué decir? Bello, intenso, gracias! MARÍA CRISTINA DI LERNIA
ResponderEliminarVENÍ A NACER COMNIGO. ESESÓLO VERSO DICE TODO EL POEMA. BELLÍSIMO. PROFUNDO. GRACIASSSSSSS
ResponderEliminarNacer de nuevo... y juntos! Hermoso poema!!
ResponderEliminargracias de corazon a cada uno y a todos los comentarios!!!!!
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarMaravilloso poema!, como todos, querida María del Mar! Te admiro! Un abrazo.
UN ABRAZO EN LA PALABRA Y EL AFECTO
ResponderEliminarHERMANA
ALBA
ResponderEliminarel tono general del poema invita a la lectura y claro la reiterada invitación a soñar y vivir ya es plusvalía.
muy bien.
Walter Mondragón