31/1/18

Poema de Inés Legarreta


La puerta abierta de la cocina/ el sol a mitad del comedor/ los mosquitos y moscas/ / los pies descalzos a la mañana y
mi despertar taciturno
(con tanto ruido que trae)
una falsa alegría
el verano dura más que el invierno/ más que la primavera/ se prolonga
el candombe, la batucada, el festival
hasta diluirse en la esquina
Si ahora todo es expansión cuando venga el frío
hablaré en voz baja
el otoño no empieza pero las hojas del sauce ya caen/ cuánto agobio en las mujeres y las escobas por limpiar la naturaleza/
es imperdonable esa enjundia
tantas horas perdidas
si los árboles sólo hacen lo que tienen que hacer
cuando venga el frío dejaré descongelar la heladera
y sacaré las botellas de cerveza
limpiaré los vidrios empañados del otro lado del día
y como todos los domingos del año
prestaré más atención
a la tristeza de las cosas


© Inés Legarreta

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11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...


La melancolía inunda este magnífico poema.

Un abrazo,

Alicia Márquez

31 de enero de 2018, 15:12  
Blogger Gladys Cepeda ha dicho...

interesante poema

31 de enero de 2018, 22:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias, Alicia y Gladys, por sus comentarios. Abrazo, Inés

1 de febrero de 2018, 10:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

BELLO!
Floralevi

1 de febrero de 2018, 10:21  
Anonymous susanaszwarc1 ha dicho...

Precioso poema. Gracias. Y que dure el verano!!

1 de febrero de 2018, 11:15  
Blogger Ines ha dicho...

Gracias, y abrazo, amigos! Inés.

3 de febrero de 2018, 18:20  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A medida que se lee cada verso, puede uno verlos suceder. Hermoso poema Inés querida. Gran abrazo.

Tana Pasquini

4 de febrero de 2018, 2:24  
Blogger Isabel Llorca Bosco ha dicho...

Falso el llamado a la alegría que impone el verano termina siendo triste como todo lo convencional La estación de la intimidad nos induce a pensar. Excelente poema.Un gran beso Isabel Llorca Bosco
`





7 de febrero de 2018, 12:23  
Blogger Ines ha dicho...

GRacias, amigos, por los comentarios. Abrazo, Inés.

16 de febrero de 2018, 16:55  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

La nostalgia de las cosas. Esos momentos en que uno advierte cada cosa. Me encantó Inés!!

19 de febrero de 2018, 20:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cada estación se lleva su esplendor y nos deja
la inevitable nostalgia, ese gusto imposible de identificar, que llamamos gusto a tiempo que no vuelve.
Un poema contemplativo y bello.

Susana Giraudo

25 de febrero de 2018, 14:36  

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