Origami
Hoy plegando barcos, grullas, avioncitos
el papel de diario
se empecinó en un triángulo de la memoria
y se anunció birrete
en los dobleces opuestos.
Una hilera de pintores de brocha gorda
desfiló en la
habitación
y un arroyo de cal salpicó los poros
de una pared que no respira.
Y el hombre de los meñiques
cerrados para siempre
me guiñó un ojo
en el
ojo de mi nieto.
© Claudia Tejeda
Precioso.
ResponderEliminarMe encantó, tiene todo lo que debe tener un poema breve... uno de ésos que uno quisiera haber escrito.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Me encantó! Y el cierre, excelente!
ResponderEliminarBesosssssssss
Belleza en su estado puro. Gracias por el poema Claudia! La sutileza en su brevedad queda en la memoria poética..
ResponderEliminarAbrazo
ResponderEliminar¡Bellísimo poema, Claudia! Los pliegues, los recuerdos, los birretes de los pintores y se me agolpó toda mi infancia en los ojos.
Un abrazo grande,
Alicia Márquez
Hola Claudia:¡Cuánta ternura en este barquito!El "triángulo de la memoria" nos lleva por un viaje que va desde el birrete del pintor al guiño del nieto en un abracadabra. Maravilloso Irene Marks
ResponderEliminarPrecioso, Clau!! Abrazo.
ResponderEliminarBelleza y ternura. Me encantó!!
ResponderEliminarUn beso
Juany Rojas
Esto es precioso.
ResponderEliminarEs tan necesario hallar la ternura que brota y se expande.
Un abrazo
Betty
Bello
ResponderEliminarMuy buen poema donde la ternura nos acaricia el alma.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.