¿Qué hacer con esta rosa?
¿Qué hacer con esta rosa?
¿Dónde ponerla ahora?
¿Si el amor se desliza por mi cuerpo y me abandona?
Hoy puedo preguntar a dios por las esferas, por el camino
invisible del otoño en mis ojos, la piedra que perdura en la quietud del siglo
y las fauces del tiempo midiendo mi garganta.
En la noche hay un toro deformado y ateo.
En el fondo de mí, dios sigue indeciso.
© Hugo Francisco Rivella
El amor perdido como la última pregunta a dios. Bello. Abrazo, Inés.
ResponderEliminarLa eterna pregunta.
ResponderEliminarMuy bueno!!!!
Tere Vaccaro.
Dios sigue indeciso!! y así es amigo y que bien lo dices en este bello poema
ResponderEliminarAbrazos
Muy bello.
ResponderEliminarAbrazo.
Tana Pasquini-