8/11/17

Poema de Clelia Bercovich


EN EL NOMBRE DEL PADRE 

Los que ayer llamé por su nombre 
estarán en el buró del cielo 
discutiendo acaloradamente 
sobre el cristal de roca de las vidrieras 
de Florida y Corrientes. 
Todo era maravilloso en Buenos Aires. 
Ahora hay fábricas vacías 
paredes desnudas hasta el ladrillo. 
abandonadas al silencio. 
Los iguales visten de celeste y beige 
Se esconden deträs de un vidrio 
antipánico. Viajan a Miami Beach...
Cada día es como una cucaracha súbita 
y aunque vi el cielo desde las 
colinas de Roma 
la ventana desde la que miraba era 
siempre el cine. 
La Nave que pasaba 
con todas las luces encendidas 
lenta y suave sobre el agua 
en la magnificencia del último mínuto. 
Yo vi llegar el tren que iba a Roma 
Mi padre me llevaba a la estación. 
A mí y a mi tos.
Envueltos en el vapor blanco 
de la locomotora 
volvíamos a casa con un ramo  

de manzanillas pálidas.




© Clelia Bercovich

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Bello poema, Clelia. Todo era maravilloso, así era.

Un abrazo,

Alicia Márquez

9 de noviembre de 2017, 8:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

bellísimo y por favor, no pierdas la maravilla de las manzanillas pálidas. ni del aire ni de la vida. abracito, clelia. susana zazzetti

9 de noviembre de 2017, 21:39  
Blogger Marily Canoso ha dicho...



Querida Clelia, tan así eran nuestros respectivos paisajes pueblerinos. Para mí la manzanilla eran ramitos que vendíamos a nuestros parientes desde el balconcito de la casa de Ana María, mi amiga del alma de entonces. Mi papá, que trató de hacerme pasar la tos convulsa llevándome a respirar un otro aire allá arriba, volando en piper, tos que por fin se me terminó de pasar en Rio Ceballos. Todo lejos y tan cerca. Gracias por tu poesía que me acerca a mis propias sensaciones. Tan reveladora!!!!!

12 de noviembre de 2017, 2:12  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Hermoso y conmovedor poema Abrazos

13 de noviembre de 2017, 19:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Clelia, tus pinceladas fuertes, suaves, diversas conmueven como el amor del padre que la lleva "a ella y su tos" Esas paredes desnudas hasta el ladrillo"son frases que sólo un poeta puede escribir. El sobresalto de la cucaracha de cada día, tal vez toda negra, nos sobresalta. Este es el poema de hoy pero equilibrado como algo que nbavega y navegará.
Beso inmenso, poeta, que sabés jugar con la belleza y los dolores.
Isabel Ester llorca Bosco

22 de noviembre de 2017, 13:09  

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