24/10/17

Texto de Sonia Quevedo




CUANDO EL DOLOR 

Silenciadas las voces, alzan su grito desde los maltrechos cuerpos estancados. Se da un silencio largo, y con el tiempo, solos quedan los deseos, tantos, que el raudal se estremece confuso y triste, ante la idea del nunca jamás ineludible.


© Sonia Quevedo

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2 comentarios:

Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Para no olvidar.


Abrazo
Elisabet

24 de octubre de 2017, 19:55  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Sonia: dolorosísima prosa poética, donde lo existencial cobra fuerza, lo filosófico se aúna a una visión de situaciones límites y "el nunca jamás" reina como un tajo gigante. Excelente Irene Marks

25 de octubre de 2017, 10:41  

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