Poma de Amalia Mercedes Abaria
ATARDECER EN LA CUMBRE
Antes de la disolución
los pájaros funerales
muerden los últimos
restos de la luz.
Destellos bruscos
en sus ojos voraces
como hojas que
tiemblan.
Pero yo sólo miro.
Y espero.
El hombre
sentado enfrente
también espera.
Quiere ver más allá
de los cerros,
el último fuego hacia el naranja
no el triste agobio
de sus piernas.
Y esta sustancia en
cauce a lo nocturno
tan cercano ahora.
No hay viento.
y los árboles, las casas, los límites
de los cuerpos, nuestros recuerdos,
todo se disipa.
El presente cae desde la antorcha oscura.
Y el hombre busca, arriba,
el primer ojo brillante de la noche.
© Amalia M. Abaria
Etiquetas: Amalia Mercedes Abaria
entrada de Gustavo Tisocco a las
10:50
5 comentarios:
UN PAISAJE DE PALABRAS. BELLÍSIMO
Muchísimas gracias Gustavo por publicar este poema y por la elección tan apropiada y justa de la imagen que elegiste. Un abrazo. Amalia M. Abaria
un bello paisaje del interior del alma
Un beso
Graciela Licciardi
Hola Amalia,
una letra que refleja el estado contemplativo subjetivo de un paisaje que proyecta y se expande en un estado de ánimo singular. Muy bello.
Abrazos
Elisa Dejistani
¡Hermoso!
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