24/10/17

Poema de Roxana Palacios


Catedral

Me detengo en la puerta de la catedral,
llueve y la gente camina entre el agua y las columnas,
apoyan su carga unos sobre otros, se persignan;
entro y como todas las mañanas
la distancia se convierte en rezo sin tiempo y sin razón,
porque cuando estoy aquí, día tras día,
y traigo mi carga hasta un banco de esta catedral,
vuelvo a la hija que duerme en la forma de mis brazos,
al intercambio y la maternidad;
es un pequeño triángulo de luz: la gracia
me ha sido concedida.

Las imágenes relucen con la lluvia, todo se destaca o resplandece:
las flores, las ruedas de los autos, las sillas
forman cruces al costado de la nave principal.
Agoniza mi Señor cada vez que alguien llora en el altar de la pasión 
y resucita en sus manos y en sus labios.
Lo he visto entrar en sus corazones, en sus bocas,
alivianar la euforia y la oscuridad.
Un perfume confirma su presencia,
          no es secreto, es oración,
y que mis pasos se mantengan al ritmo de los suyos,
congregadas las manos:
nada para el camino, ni bastón, ni alforja o más vestidos;
que su presencia y mi voz ensayen
          para que alguien cante.
Atravieso la puerta de la catedral,
llueve y la gente camina entre el agua y las columnas
un canto íntimo como nuestra profesión de fe.
Somos más de cinco mil en este bosque.
Algo parece crecer en nuestras frentes, algo perfecto
como la paz perfecta.

Miro el altar, las manos del hombre que muere frente a mí,
sobre la mesa.  Lo niego y lo recibo
               para ser melodía y bendición.


                                       a mi hija Luz



© Roxana Palacios

Etiquetas:

12 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Roxana: un poema muy conmovedor. Se nota que has sentido la presencia de Dios. A mí me cuesta sentirlo en las iglesias, lo encuentro ´más en la naturaleza. Pero la belleza auténtica de tus palabras y el milagro que anuncian son dignos de admiración.
Un gran poema Irene Marks

25 de octubre de 2017, 10:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

ay, perfora. encontrarse con la fe intensa me renueva en cada palabra tuya! y qué buen momento para tan maravillosas palabras. gracias.. y tan bella la imagen. susana zazzetti-

25 de octubre de 2017, 13:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

palabras que conmueven...intensa luz, esperanza, en el ruego profundo, lleno de fe
Un beso
Graciela Licciardi

28 de octubre de 2017, 20:45  
Blogger Mariano Shifman ha dicho...

Una bellísima muestra de poesía religiosa, Roxana, sin caer en dogmatismos, desde ya.
¡Felicitaciones!

Mariano Shifman

29 de octubre de 2017, 20:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy buen poema, Roxana.Un beso enorme.

30 de octubre de 2017, 2:45  
Blogger macedonianos en Casa Scherpa ha dicho...

muchas gracias!

1 de abril de 2021, 12:56  
Blogger macedonianos en Casa Scherpa ha dicho...

muchas gracias!

1 de abril de 2021, 12:56  
Anonymous Gaby Rizzotti ha dicho...

"...algo parece crecer en nuestras frentes, algo perfecto como la paz perfecta...", qué hermosa imagen en estos días de Semana Santa, en tiempos de tanta incertidumbre. Un bálsamo la Fe y la poesía.

1 de abril de 2021, 14:00  
Blogger macedonianos en Casa Scherpa ha dicho...

gracias, Gra!🌸

2 de abril de 2021, 0:40  
Blogger macedonianos en Casa Scherpa ha dicho...

hola, Mariano!, qué hermoso encontrar tu comentario!, muchas gracias!

2 de abril de 2021, 0:41  
Blogger macedonianos en Casa Scherpa ha dicho...

Amén, Gaby Rizzotti!

2 de abril de 2021, 0:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David Sorbille dijo...
Roxana, uno de los poemas preferidos de cuantos conozco. Me conmueve cada vez que lo leo. Un abrazo

7 de febrero de 2022, 14:07  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio