cae el sol
a pique sobre la desembocadura
del río
la acrobacia del insecto
adormece a las piedras
no se puede
dejar de entrecerrar los ojos
y acotar el paisaje
(ceñirlo entre los párpados)
pájaro que canta en la maleza
y el río que se va
como huevos prehistóricos las piedras
laten también
las víboras se encriptan en el pasto
y el cascabel anuncia
la verde turbulencia
la siesta y su calor
el tiempo que se ondula
en el suelto animal
(en su trayecto)
ella piensa que no ha de poder
escapar del sonido
(es verano)
© Ana Guillot
Hermoso poema, Ana...profundo sentir
ResponderEliminarGraciela Licciardi
Las piedras como huevos prehistòricos
ResponderEliminarLa Guilot es una de las grossas
Gran poema,un abrazo
ResponderEliminarSilvia Loustau
Hermoso poema. La alusión a la víbora y su ondulación completa un cuadro perfecto del verano, los sonidos intensificados y la aplastante molicie de la estación. Me gustó mucho. Un beso. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarBello poema, donde te detienes en el latido de la naturaleza.
ResponderEliminarMuchas gracias, gente querida!! Cada comentario es varita mágica :) Los quiero! Ana Guillot
ResponderEliminarHermoso!
ResponderEliminarCuánto sentir!
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
El paisaje se funde con el sentimiento de pertenencia. Muy bello
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Magnífico !!!!!
ResponderEliminarUna descripción que roza la perfección... esa que no existe.
ResponderEliminarIMPECABLE, querida Ana. Un gran abrazo ISABEL lLORCA bOSCO
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