BERTHE
Mi infancia fue en el internado
pero no la recuerdo con sufrimiento.
Las sábanas eran ásperas, y el cuarto austero,
pero nada más era el manto
bajo el cual nos movíamos
como liebres, felices en nuestra propia estepa.
Mi vida desde entonces
fue común y silvestre:
trabajé, tuve hijos, me mintieron.
Cuando me preguntan, digo la verdad,
mis padres fueron quienes fueron
y fallecieron juntos, a su manera.
No esperen reproches,
¿qué sentido tiene discutir con los muertos?
© Patricio Foglia
Muy bueno, la realidad y seguir adelante.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
lección de vida. conmovedor. susana zazzetti.
ResponderEliminarHermoso. Me recuerda el pendular entre lo ordinario de la biográfico y lo extraordinario de la vida, tal como se registra en "Vidas imaginarias" de Marcel Schwob. Gracias Patricio!!! Raquel Jaduszliwer
ResponderEliminarAy Patricio qué bueno! Abrazo poeta!
ResponderEliminarCelina