ESA MUJER
En muerte tácita me nazco, en lúcida ceguera
en silencio de sangre que derrama su noche sobre mi otro
corazón,
el que combato y me engaña
y me fecunda con su sombra de jaspe.
Es otra latitud la que me acecha
y hace de mi simiente una extranjera entre los que amo.
Esa mujer de pie sobre mi ocaso,
resuelta en frío y en abismo
alza su bandera estremecida
y esboza nuestro gesto de ser una
como un ala de eterno interrogante.
Tan sólo compartimos un estambre de toda la tristeza
necesaria,
el vino lento y opaco del invierno
y el tabaco
Soy en mudo aprendizaje su lenguaje,
su labriego de palabras
cuando en ella urge el contorno de la muerte
y todo se vuelve un juego despiadado.
Esa mujer de pie sobre mi canto,
la que se alza frente a mis leyes inmutables
es al mismo tiempo abrigo y látigo.
Y en el silencio de la noche aprendo a amarla.
Deshojo sus espinas de misterio
y oscilo entre la máscara que elijo
y su templo de abandono
que inevitablemente
es mi casa.
© Carina Paz
Hermoso poema, Carina! Muy logradas imágenes se entrelazan y sueltan con efectos bien logrados. Beso.
ResponderEliminarMe encantó, Carina. Beso
ResponderEliminarLa belleza hecha poema, composición llena de fuerza y vivencias
ResponderEliminarLa belleza hecha poema, lleno de fuerza y vivencias
ResponderEliminarAh, no, me encantó. El punto de vista es muy interesante y original. "tan solo compartimos un estambre de toda la tristeza necesaria" Me mató.
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