Nueva York cinco de noviembre
En otra ciudad pudo ser peor que en esta que soy
venturosamente ignorada. Donde soy una más, en su baúl de hojalata. Pasajera de
tercera con mucha razones para quejarme. Pero sigo aquí, regreso y callo.
Quizás es mejor aquí que en la que pudo ser peor.
Nueva York cinco de noviembre dos mil once
Retardezco
Tercamente vivo…
Inexorablemente espero
cayendo en el fondo de la memoria
atrapada en el silencio de una página en blanco
una trampa ocho y medio por once, sin horarios
Nadie me dijo que este fuera mi destino
que el día se acaba al mirar el reloj:
son las doce y hay tantas cosas urgentes…
El tiempo ha pasado sin hacer ruido
sin sentirse en su omnipotencia
debajo de mi piel
en los párpados de la ciudad que despierta sueña
Todo, todo quedó atrás como un paisaje
desdibujado sin retraso.
© Osiris Mosquea
Se percibe la bella soledad... Adriana.
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