Arrecife
Mágicamente rodando
como una nave perdida,
te quedaste tendido
en el mar del Caribe,
en el arrecife de corales
en las arenas blancas,
en el azul del cielo,
abierto a la templanza
revuelta, que nos nutre.
Peces moluscos nos
acariciaron y nadaron
entre nosotros,
en ese mar calmo
de limpias aguas turquesas
y blancas areniscas,
donde el origen de la vida
vibra de mil maneras diferentes,
en esa magia del agua
que nos trajo la vida,
y hoy se contamina
despedazándola,
volviéndola una quimera,
por ella estallan las bombas
en medio oriente
dejando un desierto de almas,
bajo las ruinas
El imperio descuelga su furia
sin clemencia,
¡quiere todo!….
lo que en esta tierra
habita.
© María Amelia Dinova Castro
Gracias Gustavo!!!!
ResponderEliminarEl imperio y su furia...así estamos.
ResponderEliminarAbrazo María!
ASI es Romina lamentable pero no devbemos quedarnos de brazos cruzados..... otro abrazo
ResponderEliminarExcelente poema de María Dinova.
ResponderEliminarNunca pierdas esa manera tan bella de escribir.
Muy lindo Maria, gracias por compartir!!!
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