Poema de Anamaría Mayol
SIN EMBARGO EL SILENCIO
Hay murciélagos viviendo
en el entretecho de mi casa
conversan con la noche
y las paredes del cuarto
reproducen sus diálogos
yo me pregunto de qué hablarán
me aterra pensar
que si apago la luz
enredarán mi pelo en su vuelo
magino
toda clase de desventuras posibles
de esas
que contaría sólo mi
abuela
sin embargo
no quiero asesinarlos
hay benteveos en el jardín de casa
benteveos ladrones
se llevan la comida del gato
mientras él se
estira al sol
y los observa indiferente
con sus hermosos ojos verdes
cada día se acercan
más
sin embargo gatito
no quiere asesinarlos
eso quiero creer
(a veces pienso
que saltará sobre ellos)
hay recuerdos
en el costado de mi
almohada
tienen tu olor
tus ojos tu sonrisa
en las noches se
acuestan a mi lado
susurran el silencio
escuchan a los murciélagos
y en las mañanas
miran llegar los pájaros
y sangran
por mis manos
poemas que te nombran
no quiero asesinarlos
sin embargo el silencio
el silencio
los acuchilla a todos
© Anamaría Mayol
entrada de Gustavo Tisocco a las
11:29
6 comentarios:
precioso, ana, tiene tu fuerza, tu impronta,esta forma tuya de estar siempre en el poema. susana zazzetti.
Ay!! qué belleza, cuánto camino lógico para llegar al final.
Abrazo
Elisabet
El silencio poeta... el poderoso silencio... todo lo pulveriza... todo lo redime. Muy buen poema.
Simple y sencillo el poema se sostiene en el cuchillo del silencio
Lo que acecha...
Magnifico momento entre
la noche y el día, carga de emociones, rituales esperados; imprecisión y acierto tomados por las manos abrazados al silencio. Hermoso.
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