ABISMOS
siento la tarde
diluirse en el frío
para no caer en su abismo cierro mis ojos…
y no caigo, caigo en el mío
quedo así, atrapado
entre oscuridad, frío y silencio
me diluyo como esta tarde
y floto en un miedo helado
entonces, exaltado,
abro los ojos con cierto anhelo de rescate
quizás un pájaro, me digo, el abrazo de un amigo
algo, algo donde pueda acurrucar alma, carne y huesos
fuera del miedo sentir calorcito, rescoldo fraterno
lo que te hace saber, sentir…
que no estás tan solo y sigues vivo
siento la tarde
diluirse en el frío
y los minutos caen
como caen los cristales rotos haciendo ruido contra el piso
no hay rescate ni pájaros ni amigo
sólo un largo silencio gélido
cimbrando entre dos abismos
© Francisco José Malvárez
Y la soledad... Bello poema.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Hermoso y conmovedor poema querido amigo!! Te mando un abrazo y un enorme cariño
ResponderEliminarmi admiración por la sinceridad del poema. y mi emocionado abrazo. susana zazzetti.
ResponderEliminarGran poema, buena descripción de la soledad, imágenes que atraviesan y yo me digo: escribiendo así no se está solo, hay alguien del otro lado que siente la transmisión, yo la siento leyéndote.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
ResponderEliminarEsos tres versos finales enterraron soledad en mi jardín. Hace tanto que no nos vemos Francisco, tenés que llegarte a rezar con los pájaros.
Lily Chavez