La caminata
tan azarosos nuestros nombres
tan inconstante la rutina
del presente
el silencio abarcaba
esa mañana que se iba deslizando
con extrañeza
en el desboque de nuestros latidos
así dibujábamos el escozor del encuentro
incómodos nuestros cuerpos
mientras el hilado de sombras
nos guiaba
izándonos
por los interminable huecos
de la avenida
donde la luz plata acompañaba
nuestro pensamiento
y lo transformaba
era el entretiempo del equívoco
la pausa irrepetible
de ese espacio interpuesto
que íbamos cruzando
con tanto goce
casi sin advertir
la planicie de
grandes hoyos
el pantano hecho luna
hundiéndonos levitados al fin
¿podrás ahora oírme
en la
envoltura del tiempo?
¿podrás distinguir
huidos ya
nuestro hallazgo?
¿podrás
remontar mi abrazo
en este acongojado desperezo?
© Edda Sartori
Gran poesía, interrogantes que nos llevan a sentirlo nuestro.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
placer leerte y ese final.... susana zazzetti,
ResponderEliminarCuantas dudas nos invaden en el encuentro. Excelente
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Gracias por sus comentarios. Un abrazo. Edda Sartori
ResponderEliminar