fuera de Hora
de a poco, soldé la puerta que daba a su cuarto;
salvajemente. El fuego también cura, Muriel, y deja cicatrices extrañas. Acaso
sea el momento de jugar a la ruleta rusa, ahora que la memoria no me falla y el
faro quedó a oscuras; como la única sombra de pie en el fondo del mar.
© Mónica Cazón
Texto desafiante por su "oscuridad". La foto acompaña muy bien todo ese misterio. Abrazo.
ResponderEliminarMisterioso y amenazante. Abrazo, Inés
ResponderEliminarBreve, extraordinario, ni una palabra de más ni menos. felicitaciones y feliz día del escritor/a. marta comelli
ResponderEliminarBuenísimo, misterioso. Espléndido lo de "la sombra de pie..."
ResponderEliminarUn abrazo
Isabel Llorca Bosco