Edad tercera
Se conocieron hace un tiempo
en el Centro de Jubilados.
Hablaron de los
hijos que se fueron de casa
y de los nietos .
Más en confianza,
venciendo el pudor,
hablaron de los que no están.
De cuanto amor hubo allí
donde ahora hay un hueco .
De cuánto duele ese hueco.
Desde entonces,
ella comenzó a demorarse
un poco más frente al espejo.
El volvió a afeitarse todos los días.
Una noche fueron juntos a ver a Django.
De allí a comer una
pizza.
Esa noche lo dejó entrar a su casa.
Hicieron sus cosas lo mejor que pudieron.
Al otro día cada uno pensó para sus adentros
“ no es lo mismo, nunca lo será”.
Ya se sabe,
las comparaciones son
odiosas
y todo tiempo pasado fue mejor.
Un fin de semana fueron
con un contigente a las termas.
Él le contó de ella a
sus hijas.
Ella le contó de él a sus hijos .
Las hijas de él no la aceptan.
Dicen “ que se hace la buenita”.
Los hijos de ella, allí están,
ni fu ni fa, pero han
tomado nota
que volvió a reírse, casi, casi como antes .
Y así siguen yendo.
Cada tanto se asoman
al hueco.
Ahora , no es tan grande.
© Jorge L. Carranza
No puedo evitar emocionarme cuando leo a Jorje l. Carranza.
ResponderEliminarLleva la palabra con naturalidad, llega al sentimiento y luego la comprensión sobre el vivir.
Un gran abrazo
Betty
Humanidad que nos abraza, nos toca, en este poema de lo cotidiano dicho con delicadeza. Los detalles, los actos, cobran relevancia en varias enumeraciones que nos acercan al renacer y nos muestran que no hay edad para el amor. Encanto y sencillez en tus palabras, Jorge, y el registro de la vida, lo que no es poca cosa, ya que a eso aspira la poesía
ResponderEliminarIrene Marks
Jorge mi admiración por su poesía, y como apuntan arriba, saber decir lo importante simplemente suavemente sin hacer doler, es casi maravilloso. un gran abrazo en tu día, el nuestro. marta comelli
ResponderEliminarTu poema me tocó el corazón Hermosoooo!!!
ResponderEliminarCreo me quede en el poema , muy bueno !gracias 🌸🌸🌸
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