¿UNA PARA TODOS?
La tierra es una sola y gira ciega
-el tiempo no la calma ni la apura-;
jamás afirma, aunque tampoco niega.
No la conmueven dicha o desventura.
Nuestra vida azarosa se despliega
en esta superficie, muda, dura.
Y es aquí que se goza y se reniega:
cada cual con su genio y su figura.
Una sola es la Tierra en la teoría,
pero el hombre es asunto muy concreto:
hay que buscar razones cada día
y en caso de tormenta, un parapeto.
Sin un rincón, un puente y un atajo,
el mundo propio se nos viene abajo.
© Mariano Shifman
Lindo soneto, un homenaje a lo clásico.
ResponderEliminarBellísimo soneto, por su contenido y la estructura de la rima.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Muy bello, Mariano. Y cómo suena en tu soneto la vulnerabilidad humana!
ResponderEliminarBesosss
El soneto es algo muy complejo, y este está muy bien logrado. Si no cuidamos el mundo de los otros, el propio se cae lleno de soledad. Un abrazo. Antonio Pourrere
ResponderEliminartodo lo reunido en el poema lo rodea y lo hace redondo, un abrazo María Luisa
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