Cuando miro
un cielo inconmovible
no es
lo único falso que sucede
también
las hojas del sauce, el sol
pegando en la pared del fondo
los sillones y la mesa de hierro
la tierra reseca
unos juguetes en los canteros
la bocina de un auto
el ruido de las motos
las rosas secas que aún permanecen en las ramas
del rosal
la página de un diario
pero ya toma consistencia el domingo:
en los domingos hay una ciudad olvidada.
© Inés Legarreta
ResponderEliminarBelleza de poema, Inés. Tremandamente cierto, además "en los domingos hay una ciudad olvidada".
Un abrazo,
Alicia Márquez
Maravilla de poema Inés. Te felicito
ResponderEliminarsi, cada imagen, bellísima, es una gran certeza. placer leerte. susana zazzetti.
ResponderEliminarInés tan querida y admirada. Hermoso!
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ResponderEliminarHermoso, Inés, por la desesperanza.
Gracias, queridas amigas! Abrazo, Inés.
ResponderEliminarte envío un abrazo por tu poema, me impactó los juguetes en el cantero. María Luisa Márquez
ResponderEliminarPARA DESHACER LA TRISTEZA DEL DOMINGO ES NECESARIA TU VALIENTE ENUMERACIÓN y dar vida con tu escritura. Un gran beso Isabel Llorca bosco
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ResponderEliminarEnumeración de la Patria.
imagenes que superan la realidad de lo contado, se puede ver, oler, sentir
ResponderEliminarBello
Patricia Corrales
gracias queridas amigas! Un abrazo!
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