Enlatados
Todo el día hablamos
de la diversidad de los duraznos.
Son más ricos
los sorprendidos en la rama.
Se ponen colorados
se les hinchan las mejillas
por la disputa con los insectos.
Son como de gamuza o de angora.
Soles con pelusa parecen.
Y comíamos de la lata
una fruta de sabor postizo.
Tan lejos del árbol y las moscas
que nos daba tristeza sentirnos tan a salvo.
© Claudia Tejeda
lo cotidiano en su más alta expresión poética. claudia: magistral. susana zazzetti
ResponderEliminarEs pura ternura. Mezclada con realidad cotidiana. Griselda Rulfo.
ResponderEliminarLa naturaleza en su metáfora! Muy bien logrado.besote
ResponderEliminarCynthia Rascovsky
Tan simple y tan bello poema para lo que la naturaleza nos brinda.
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero
Lo artificial, no puede superar lo natural, casi protesta a esta manera de sobrevivir.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
ResponderEliminarSí, Claudia!, esta contradictoria modernidad contra la creación del mundo!!!!
Qué tremendo poema, cuánta profundidad!!
ResponderEliminarBesosss
Muy bueno!!!! Reflexión sobre el artificio y la naturalidad. Abrazo, Inés.
ResponderEliminarDel saber mirarnos ,gracias poeta !🌸🌸🌸
ResponderEliminarHermosa capacidad de ver la belleza en lo cotidiano. Felicitaciones!
ResponderEliminarJuan C. Rodriguez