Dalí
“La
existencia de la realidad es la cosa más misteriosa,
más sublime y más surrealista que se dé.”
Soñé que soñaba un sueño ajeno
una umbría playa de la Costa Brava
bajo un cielo crepuscular
el tiempo torna gelatinoso
la memoria es tan fugaz
como la ilusión de la felicidad.
Sólo persiste el acantilado lejano
iluminado por un mar irreal
recuerdo mineral de soledad.
El tiempo es un truhán moribundo
rodeado de moscas y hormigas
un rostro difuso, un árbol seco,
una mesa vacía,
relojes derretidos.
Desperté de aquel sueño ajeno
la realidad me era tan ajena
como las pinceladas de este poema.
© Ricardo Juan Benítez
Poema Machadiano que incendia la ironia de Dalí.
ResponderEliminarPrimacía de los sueños. Buen poema.
ResponderEliminarclelia bercovich
Muy, muy bueno, Ricardo. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarClelia, muchas gracias por tu comentario. Abrazo.
ResponderEliminarEstimado Jorge Pablo, le agradezco su amable comentario... tal vez abrumado por la figura del enorme Antonio Machado. Abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel. Abrazo poético.
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