Fallecimiento de Edna Pozzi
Me entero del fallecimiento de Edna Pozzi. Yo amaba a Edna.
Para mí la mejor poeta argentina del momento y de mucho tiempo y una gran gran
mujer. Olvidada por el mundillo literario muchas veces. Edna mujer, madre,
hija, amiga, ser noble y sincero, suave y frágil. Tengo una enorme tristeza y
la recordaré siempre cálida, afectuosa, mi maestra, la que me legó y me hizo
amar la POESIA. Tengo una gran tristeza.
Un abrazo enorme a Juana, a Gustavo y toda su familia. Un
abrazo enorme.
Partió un ser gigante en todos los aspectos.
Te voy a extrañar Edna, aunque tal vez nos veíamos muy poco, yo te admiraba y amaba, Gus.
ESTOS SON LOS ÚLTIMOS POEMAS QUE EDNA ME ENVIÓ, TIENEN MUCHO
DE ELLA EN MI BLOG Y EN LOS VIDEOPOEMAS.
Han cerrado todas las puertas por donde la ternura entraba
para mezclarse con el dolor y hacerlo más soportable
Ahora sí, compañeros, ahora sí que somos estatuas
decapitadas
inútiles y yertas sobre las hierbas de los acantilados
Nada puede traer la muerte que sea comparable a este dolor
Por eso, en represalia, hemos encadenado a los ángeles
y a las palabras frágiles
y nos comunicamos con señas bajando los párpados
o soltando un río de sangre de nuestros cuellos cortados
Hay días, sin embargo, en que Juan o Matías recogen en la
playa
un lirio abandonado, azul casi siempre
y lo dejan a nuestros pies
allí, junto al silencio final de la ternura.
*
No hay memoria para su voz áspera y dulce
su voz de vino y de azahares frescos
de una materia suntuosa y a la vez delicada
la voz que circundaba nuestras cabezas cuando en la mesa
nos reuníamos para comer ese pescado gris
que alguien había sacado de las aguas, cerca del puerto
y lo había envuelto en
blancos papeles encerados
para dárselo a la madre que lo cocinaba con tomillo
y ajíes profundos y dorados
No hay memoria para esa voz oscura y amada con la que un día
dijo
Voy a tener que irme.
*
Al fin encontré el rastro de tu pie en la seca hierba del
invierno
y la forma como te había dolido el corazón en las agujas
quemadas
de los pinos
Después de buscarte por tantos años comprendí que la muerte
había soltado su presa
y cautamente regresabas en pequeñas esferas de luz, en un
silencio emplumado
todavía sin dirección, como un viajero terrible que lleno de
pájaros avanza hacia el este
y un día se descubre
caído en el poniente, equivocado de soles que nunca nacerán
Con el tiempo mi amor se había vuelto sólido y de una
belleza extraña
y supe que lo llevabas sobre los hombros para arroparte de
las altísimas colinas de frío
por donde habías caminado
Aún no sé si hallaré tu rostro entre la multitud que llena
los puertos
y los distantes caseríos
o en la casa donde ayer nomás los compañeros volcaron un
cuenco de adelfas
donde navegaba tu sonrisa
Pero sí sé que la muerte ha dejado de amarte
y se va reconstruyendo el viento seco de tu mirada
la forma como arrastrabas las palabras para decir tu nombre
y sobre todo la manera de apoyar tu cabeza en mi pecho
y oler las húmedas hojas del rocío
y los tallos quebrados de la vida
allí, en ese hueco donde antes había estado mi corazón.
*
Nadie quiere regresar a esa patria infame
que colgó gotas de sangre en nuestras pestañas
Sin embargo es la misma patria donde respiramos todos juntos
robándonos el aire de las mesetas y las planicies australes
Es la misma patria donde amamos con ferocidad en el extremo
de las desdichas
y fuimos gloria y esplendor antes de la vejación y del
martirio
Es la patria de nuestros cuerpos jóvenes navegando entre
soles absolutos
y de los poemas como ciudades de mármol rosa apresando la
luz
Nadie quiere regresar
a esa patria infame
que nos expulsó de su pecho y convirtió en sequedad y
escoria
la vida de los compañeros
Sin embargo a veces nos acordamos del olor del pan
y de los muros cubiertos con glicinas amarillas
y sobre todo del nombre de las cosas, de la escritura lisa y
brillante
en papeles resecos de la lluvia
y quisiéramos volver, un solo instante, cerca del vientre de
la patria
para sentir el calor de una madre despreciable y oscura
Pero sabemos que es inútil.
Este infierno seco, lacio, estéril
es lo único que nos queda a los derrotados.
Ya no podemos amar. Ni deletrear la muerte, hoja de sangre
por hoja de sangre
Y nuestro dolor es apenas un golpe brumoso
Un atadito de polvo dispersado en el viento.
*
Juan y Matías escarban en el jardín
buscando semillas de arce
y a veces encuentran monedas antiguas de plata
con la efigie de un César o de un Obispo
Los siguen una veintena de ángeles
que rozan con sus alas la tierra olorosa y húmeda
Como hace apenas una semana que se han ido
no saben todavía lo que es la muerte
Pensativos y frágiles en su tarea inútil
recuerdan sólo los collares de semillas de arce
que los compañeros vendían en las plazas
para apoyar la Revolución.
*
Y si todos regresaran, el rengo Larsen con la pierna
encogida por la esquirla de una granada y Rosa, la «ecuyère» del circo que en
la grupa de los caballos galopaba como una rosa de oriente y una noche extrajo
un arma pequeña del reborde de sus medias color violeta y aún erguida, cada
pierna sostenida en el lomo de un caballo disparó contra el hombre oscuro de la
platea
Si regresara el turco Saer, con sus gruesos manuscritos que
nadie leía y las historias que contaba en una mesa de café en esas tardes que
eran lluvia y melancolía provinciana y
que hablando de los peces dorados del Paraná se fue muriendo de a pedacitos
para no asustarnos, para convencernos de que la vida da una vuelta completa y
ya caminando, ya caminando hacia el total exterminio de la escritura
Y Ramón Cijé, con su tumba acolchada de poemas, Ramón a
quien Miguel había buscado una noche de nueces amargas y encontrado con el
rostro sepultado entre las adelfas y su alma de apenas si un hilito de sangre
Si regresara Gloria, la chelista de los bares sucios de
París, a quien habían golpeado en una manifestación y por eso hablaba de Bach y
vestía largas faldas de gasa que ocultaban la cicatriz violenta de sus muslos.
Murió de falta de comida, un Sábado de Gloria, sin esperar la resurrección de
Cristo
Y Pablo, cuyo cuerpo quemaron una tarde a ver si los poemas se apagaban, pero no tuvieron
suerte, los poemas se quedaron allí, en mitad del fuego, como volcanes de
hierro y agua, oponiéndose, durando más que el odio y el crepúsculo, durando
Si regresara Marosa que una tarde en Montevideo pisó sin ver
un escalón de niebla y estuvo rodando, rodando, hacia la dinastía final de la
poesía y al rodar gritaba que cuidaran sus diamelas y el porrón de barro con un
vino espeso de Colonia del Sacramento Y Felipe Aranda, el preso 315 de la
Cárcel de Coronda, a quien le había nacido, cuando huía como un atado
de jazmines hacia el holocausto, le había nacido un niño que tenía sus ojos y a quien
nunca enseñaría a escribir la palabra mariposa
Si regresara Facundo,
áspero y viril, de sangre,
de compañeros hambrientos de
gauchos malos y sedientos de libertad, cuando una tarde sintió los tigres
licuándose en su pecho y supo que nunca más, nunca más pensaría que un cuerpo
vale más que un grito
Y Carmenza, y Eusebio y el Colorado Echagüe de quien ya
nadie se acuerda porque tenía apenas veinte años cuando le pusieron un fusil en las manos y lo mandaron al sur a
ver si su joven pecho resistía la guerra
de la nieve y el viento
Si regresara la madre a ordenar los cuartos sucios, a
limpiar ceniceros y dejar caer flores de esparto sobre nuestros zapatos de
hollin y de sangre
Si regresaran todos ellos Cómo sería de suave la muerte
Cómo, delicadamente, se sentaría a escucharnos como cuando estábamos
juntos, hablando sobre la tenebrosa y
extraña tierra
Mientras cesan los fuegos de la tarde.
NOMBRE Y APELLIDO: EDNA POZZI
DOMICILIO: 25 DE MAYO 657 (2700) PERGAMINO Buenos Aires –
Republica Argentina
TEL: 0054.02477-425261
TEL:
0054-0114393-7093 E-mail:ednapozzi@bbt11.com.ar
Pagina web:
www.ednapozzi.bbt.net.ar
Poeta y prosista nacida en Pergamino, Buenos Aires. Su obra
abarca, entre otros títulos, Tiempo para decir llorando, Señales para Gustavo,
La razón más impura, Ella dijo algo fantástico, De mala muerte, Palabras que me
salven de la muerte, Ferocidad de la memoria, Cantata a Alejandro, La madre,
Ana de fin de año, La última palabra no la tiene la muerte, Alabanza del triste
de furor, El libro de Javier, Cercanías de Adolfo de Ferrari, Balada de fin de
siglo (en colaboración), Mas no estorbes la música y La canción de Fidela
(Summa poética) todos de poesía. En novela ha publicado Las ruinas de la
infancia, El lento rostro de la inocencia y El ruido del viento. Antología
critica: Alejandro González Gattone y Escrito en la arena, reunión de artículos
periodísticos, notas y comentarios bibliográficos. En 2004 publica El libro de
Juan, textos elegidos. Su obra poética completa (1969-2000) fue publicada en el
año 2000, como Tomo I de su obra completa que incluye además de poesía,
narrativa y ensayo. Sus obras han sido reiteradamente galardonadas en el país y
en el extranjero. Dos veces Faja de Honor de la SADE, ha recibido también , en
España, el Premio Único en Lengua Castellana de la Caja de Ahorro de Galicia y
el Premio de Poesía en Lengua Castellana “Blas de Otero”, el Premio de
Literatura de la Provincia de Buenos Aires, el Premio Regional de Literatura
del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, así como distinción en el
otorgamiento de los premios nacionales del mismo organismo
Sus novelas han sido distinguidas con el Primer Premio del
Certamen Bienal de Novela de la Unión Carbide Argentina, el Premio Emecé, el
Primer Premio de Novela del Fondo Nacional de las Artes y sus cuentos con el
Premio Eduardo Mallea de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y el
Primer Premio Avon con la mujer en las Letras, 1995.
Periodista, conferencista, ha desarrollado una intensa
actividad como difusora de cultura y en los movimientos feministas. En 1986 se
le otorgó el Premio Alicia Moreau de Justo a las cien mujeres más destacadas
del pais.
En 1996, recibe el gran Premio de Honor de Poesía de la
Provincia de Buenos Aires. En 1997, la Legislatura de la Provincia de Buenos
Aires, la elige como la mujer más destacada en el año de cultura en territorio
provincial. En 1998, el Honorable Congreso de la Nación declara de interés
cultural y parlamentario su obra completa y le rinde homenaje por su aporte al
pensamiento y por su producción literaria en poesía y narrativa. En el año
2001, recibe del Congreso de la Nación la distinción como “mejor notable
Argentina”. Le otorgan el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para
la Poesía 2004y el mismo año resulta finalista con Los Maderos de San Juan del
Premio Clarín Novela con un Jurado constituido por Ángeles Mastretta, Antonio
Skárneta y Andrés Rivera.
Con Ana D’Anna como interprete y compositora, edito el disco
“Cuando cantamos “, y en el año 2003, la actriz Norma Aleandro leyó sus poemas
en un CD, “Ofrenda”. En la colección de Summa poética de ediciones
´Vincinguerra, un disco compacto recoge su voz junto a la de otros autores.
En agosto de 2006, recibe el Premio ILCH del Instituto
Literario y Cultural Hispánico, Westminster, California, por su trayectoria y
su valioso aporte a la literatura del mudo hispánico.
Trabaja últimamente en libros y guiones cinematográficos y
obras teatrales, que aun permanecen inéditas.
31 comentarios:
Sublimes poemas, de alto vuelo. Extraordinaria poeta. QEPD.
Lo siento mucho, Gustavo. Cuánta belleza en su poesía. Un abrazo.
Osvaldo Fernández
Gustavo: te dije al pie de tu comunicación en FB que no conocía su obra, pero sí su nombre. Y después de leer todo lo que publicaste en tu blog en homenaje a su memoria, puedo decirte con certeza que su nombre me trae resonancias de los años 1980, cuando ella (lo afirmo sin dudas aunque sin constatarlo) ha presentado la inicial obra conjunta de un joven poeta de su Pergamino natal y de la esposa de éste: "Rústico cuaderno de cuentos y poesías", de María del Rosario Fernández y de Rodolfo Hachén, muy queridos y estimados amigos míos.
En cuanto a su poesía, es realmente notable, excelente. Fuerte a la vez que delicada; clara, nítida, sin caer en esos hermetismos crípticos y oscuros que abundan como supuesto gran nivel de oficio; profunda y tan desgarrada como milagrosamente bella, de modo que el dolor que declara se compensa con la sublimación más alta. Muchísimas gracias, Gus, por tu aporte y tu justo homenaje. Un abrazo, Olivia.
Una gran pérdida Gus, se cuanto la quieres te dejo un fuerte abrazo!!
Enorme poeta y enorme ser humano. QEPD.
Alicia Cora Fernández
Lo siento en el alma Gus. NO tuve la oportunidad de conocerla, pero al conocer sus letras nos trasciende. Un abrazo inmenso y mi pésame a su Familia. Gracias por compartir.
Querido Gus, me acabo de enterar y mi corazón dio un vuelco, se trizó y llora. Gracias por dármela conocer y otra vez mil gracias por aquel maravilloso libro de ella que me regalaste hace unos años.
Un gran abrazo, te quiero mucho.
Juany Rojas
Una Genia! "...por eos hemos encadenado a los ángeles.."
Abrazo Gustavo, Carlos
hace poco tiempo me escribiste que la amabas a EDNA, y creo en el amor más allá del tiempo, de la presencia física, cercana o no. que tu sentimiento puro junto a la admiración de muchos, y ésta mi admiración por sus trabajos, sea el acompañamiento a una notable, grandiosa pòeta. mis respetos a su familia y un abrazo en el dolor. susana zazzetti
Una gran tristeza con esta noticia. QEPD querida Ednia. Nadie se va del todo mientras alguien lo recuerde y ella seguirá viva en sus poesías. Se cuánto la amabas Gus. Sentidas condolencias a la familia. y para vos Gus, fuerte abrazo que te aprisiona junto a mi corazón.
Maria Cristina Fervier
Dios mío! Qué poeta extraordinaria. Gracias Gustavo por acercarme a su poesía.
Adiós, Edna, que descanses en paz.
Silvia Arazi
gran poeta, impecable trayectoria; buen viaje, querida Edna!! Te abrazo, Gus, bellísimos poemas
La Luz de su poesía y la calidez de su afecto no se olvidarán nunca, Gustavo.
¡Gracias por acercarnos a ella!
Mis condolencias para su familia y para sus entrañables amigos
María Rosa León
Excelente, un decir impecable. Grande de verdad!
Cariños, Gustavo!
Marta Rosa
LA MAGIA DE SU PALABRA NO NOS DEJARÁ NUNCA. LA CONOCÍ POCO PERSONALMENTE PERO SU VOZ ME ACOMPAÑARÁ SIEMPRE. GRACIAS EDNA!HERMOSO HOMENAJE!
Gracias Gus, por entregar la belleza de sus poemas y su vida toda. Vivirá por siempre.
“Y nuestro dolor es apenas un golpe brumoso
Un atadito de polvo dispersado en el viento”
Inmensa poeta. Imprescindible, con la humildad que solo tienen los grandes.
Gracias por el homenaje, también imprescindible.
Abrazo,
Alicia Márquez
Una gran tristeza.
Hay trsteza.
Poesía mayor la de Edna, como su cultura, humanidad y exquisita suavidad.
Su recuerdo y sus obras bastan para cubrir nuestras necesidades de tenerla al alcance de las manos.
Para sus familiares mis condolencias
Q.E.P.D.
Betty Badaui
Que su bella alma descanse en paz. Una poeta inmensa.
Seguirá entre nosotros sin duda. Q.E.P.D
Mis condolencias a familiares y amigos.
Anahí Duzevich Bezoz
mi afecto a la flía,la conocí y tengo un libro de ella , eso me da paz María Luisa Márquez
GRACIAS GUSTAVO por tu homenaje, por recordar así a EDNA... Es en gran parte lo que diría y le diría.
Mucho la quise, tuve la bendición de que fuera Jurado para una Corona del Poeta del Eisteddfod en 1996, de compartir con ella distintos momentos en la vida hasta hace pocos años, de leerla y sentirla POETA INMENSA sí!!, de que me presentara mi libro trilingüe Juglares del silencio, no solo que escribiera en él... Y la extraño y la quiero muchísimo... y está y estará. Cecilia Glanzmann
No tuve la fortuna de conocerla personalmente pero sí si obra
Bella y profunda.
Condolencias para la familia
Graciela Barbero
David Sorbille dijo...
Adhiero al homenaje a una de las más grandes poetas de nuestro país: Edna Pozzi.
ALTA POESÍA, HERMOSO HOMENAJE
CON TODO MI CARIÑO
GRACIELA LICCIARDI
Siempre recordada, siempre admirada.
Poeta enorme.conocisu obra cuando al diario la capital de mar del plata llegó su novela los maderos de San Juan. Impresionante! Después me envió ella misma el de reflexiones y relatos breves "...de octubre" Perdón no recuerdo el título completo. Libro que nos acompaño durante muchas reuniones de taller literario. Ahora Edna nos va a seguir acompañando porque los poetas no mueren
Tremendo poema. Realmente es una poeta con mayúsculas. Procuraré reunirme con sus libros pronto. Gracias siempre, Gus.
Cristina Noguera. La admiraba, valoro su bella obra. Tuve la suerte de tratarla en mi ciudad, Pergamino.
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