TRIBUTO
a Carlos Fuentealba, que resiste
Hay que decirlo de algún modo
más allá de eufemismos y trucos del lenguaje
mas allá de derechas o de izquierdas
como decían nuestros padres
al pan, pan y al asesino, asesino
nada de custodios de la ley, fuerzas del orden
y que nadie mancille la institución sagrada
mejor seamos claros
A-SE-SI-NOS
masticando las sílabas
así
muy lentamente
casi tan lentamente
como se fue la vida de un maestro
que apenas intentó
marchar para ser digno
“peticionar a las autoridades”
permitirse vivir
y ser persona
Pero ahí estaban ellos
los de casco y escudo
chacales mercenarios
sin poder y sin gloria
digamos nuevamente
A-SE-SI-NOS
Los sirvientes del miedo
que protegen el cetro de los que el pueblo vota
y escapan de la gente con su traje de niebla
para que nadie vea la sangre que fundaron
© Raúl Pignolino
Con toda la fuerza de la bronca.
ResponderEliminarBesosss
ResponderEliminarDoloroso, fuerte, real, desesperado poema que pinta una realidad que nos golpea todos los días.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Gracias por el poema y la Memoria,
ResponderEliminarSilvia Loustau
Duro, Fuerte, como la realidad!
ResponderEliminarAbrazo!