A Ana
Emilia Lahitte
Hoy pongo el tiempo entre tus páginas.
24 de enero de 1995.
Inserto
el almanaque-marcador en tu tiempo.
No sé si puede ser demasiado extendido
el tiempo de sangre
pero la
eternidad es la suma de los desiertos.
Sí.
Rojo el número 5:
es vida / ahora / peligro / atención
vampirizado a lo largo de los meses.
Enero /
febrero / marzo:
corriente
arterial, impetuosa, oxigenada
espejismos
cabrilleantes.
Abril / mayo / junio:
empujada por el primer impulso.
Julio / agosto /
setiembre:
pegando la vuelta.
Octubre / noviembre /
diciembre
son sangre
enlutada, espesa, lenta
sangre en
sueños de renovación.
1-9-9 no están coloreados
un trazo los delimita y adentro la
nada:
cayeron
en la eternidad incolora / inodora / insípida
en el
agua filosofal que convierte el oro en vil metal.
Almanaques que envasan el tiempo
agendas que domestican el
transcurrir
relojes
que aprendieron a matar las horas en silencio
¿qué sería de la criatura sin
ellos?
¿Confundiríamos el sol con las estrellas?
¿Creeríamos que las hojas caen en primavera?
¿No sabríamos si lo soñamos o fue?
A merced del tiempo desorganizado
¿caeríamos en la inorganicidad de la piedra?
¿nos dejaríamos estar
-- contundentes –
al
borde de los caminos
o en el lecho de algún río?
© Paulina
Juszko
Editado y publicado como se puede con el sistema blogger Pauli, abz.
ResponderEliminarla nostalgia, los recuerdos,el dolor, la vida entera en una línea de tiempo. maravilloso. susana zazzetti.
ResponderEliminarExcelente poema dedicado a una gran poeta.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Homenaje destacado.
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