UNA SOLA
Me queda una sola bala.
La bala de plata.
No tengo mucho tiempo
y no hay margen de
error.
Cada segundo cuenta.
La pólvora en chimangos
ya la gasté.
Elijo la poesía.
Mi bala de plata.
Es ahora o nunca.
Debo volver a nacer.
Sube por el cuerpo
una serena alegría.
Apunto.
Apunto bien.
Y me disparo.
© Jorge L. Carranza
Qué buen poema! muy original y certero en su estructura. Dio en el blanco.
ResponderEliminargracias a Dios que sus balas dan vida!
ResponderEliminarbesos
Claudia
Qué original tu puntería!...en la palabra justa y en la serena alegría,
ResponderEliminarUn abrazo
"Arma cargada de futuro". Excelente metáfora, mucha connotación.
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