9/4/17

Poema de Carlos Carbone




COMUNION

Busco a ese niño que todos los días
juntaba insectos para poner en la telaraña
                     que había en  el revoque de la pared
y luego
con paciencia y sadismo
miraba como la araña hacía su trabajo.



© Carlos Carbone

14 comentarios:

Blogger Marta Raquel Zabaleta ha dicho...

Brillante!

9 de abril de 2017, 16:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ayyyy, Carlos!
Yo alguna vez también observé cómo atrapaban a sus presas y las envolvían. No llegué a cazarlos. En fin, un hermoso recuerdo de infancia, cariños!!! Marta R Brignolo

9 de abril de 2017, 17:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ayyyy, Carlos!
Yo alguna vez también observé cómo atrapaban a sus presas y las envolvían. No llegué a cazarlos. En fin, un hermoso recuerdo de infancia, cariños!!! Marta R Brignolo

9 de abril de 2017, 17:18  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Terrible perversidad infantil retratada tan bellamente.

Besosss

9 de abril de 2017, 17:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

me encantó el abordaje del tema. tan niño ese niño- susana zazzetti.

9 de abril de 2017, 18:31  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Muy buen poema. Esa madad/experimentación en la niñez, tan común a todos.
Abrazo
Elisabet

9 de abril de 2017, 18:42  
Blogger poemas Clé ha dicho...

Me gusta el verso con síntesis y aquí el poder de de autobservación y la observación del mundo, formando parte de él. Breve, conciso, completo, contundente. Muy buen poema Carlos. cLé.

9 de abril de 2017, 22:08  
Anonymous Milagros Rodríguez ha dicho...

Carlitos alias Jaimito muy bueno Carlos !!!

10 de abril de 2017, 12:52  
Blogger Claudia Tejeda ha dicho...

la edad de la crueldad!
a algunos no se les pasa.

gracias Carlos!
un abrazo

10 de abril de 2017, 19:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Reencuentro singular con el paraíso perdido de la infancia presentado como paradoja.
Raquel jaduszliwer

11 de abril de 2017, 0:59  
Blogger Unknown ha dicho...

Extraordinario,


Silvia Loustau

14 de abril de 2017, 17:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Todos, de niños, fuimos perversos.
Buenísimo poema.

Abrazo,

Alicia Márquez

16 de abril de 2017, 12:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En sotto voce tu Niño Interno susurra el poema, fuerte por cierto
Michou Pourtalé

30 de abril de 2017, 14:37  
Blogger Vilma Sastre ha dicho...

Como siempre Carlos, tus poemas me envuelven en esa telaraña de palabras y de hechos cotidianos con un trasfondo universal. Felicitaciones.

5 de mayo de 2017, 9:15  

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