Hacer de la cama un barco
III
El barco
transportó nuestras lenguas
mientras
nos hundíamos
en la piel
del otro.
El barco
intervino en el desenlace
mientras
bañábamos
los ojos
de
sudores.
© Cynthia
Rascovsky
ResponderEliminarBello barco, sí. Magníficamente contado.
Un abrazo,
Alicia Márquez
erotismo... sensualidad en la brevedad poética
ResponderEliminarGraciela Licciardi
Embarcarnos, por que no? Buen poema. Gracias.
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