Poema de María Marta Donnet
Del desamparo
Fui destetada al nacer. Deshijaron mi hambre
y la orfandad fue cubierta con ramas
y almizcle que acercaron a mi boca
para apagar el sol. Enlodé los pechos
de la loba que me alimentó. Leche amarga
el dolor entibiaba. Mi nacer entre dos mares.
¿No fui animal de arena? ¿No fui la sombra
del temblor? ¿No fui aullido?
¿Miedo de ser cordero y que el pezón
me descubriera inocente y blanca?
Fui destetada al nacer. Con un jirón de viento
soplado desde el abismo. Y así perdí mi derecho
a ser esencia. Inconclusa alma partida en dos.
Yace una parte con los restos del cordón
de trinos. Y la otra de mí sorbe
el pezón que alimenta un cuerpito separado
del vientre del duro amor.
Fui destetada al nacer y me nutrió una loba
y luego crecieron el pelo
y los colmillos y sólo
aúllo cada vez
que muero.
© María Marta Donnet
5 comentarios:
si el dolor y la tristeza convertidos en poema son perfectos, aquí está. susana zazzetti.
Muy buen poema, pleno de fuerza y desgarramiento y belleza
Gigante María Marta.
Qué fuerte,y qué imágenes María Marta, hermoso! Gracias. MARÍA CRISTINA DI LERNIA
Bellísimo y conmovedor poema, María Marta! Fuiste diciendo el dolor, el destiempo, la orfandad, ese viento del abismo que anuda dos desamparos desde el origen. Como cada uno de nosotros, almas partidas e inconclusas hasta el último de nuestras días, aullás cada vez que morís y también cada vez que renacés en un poema parido para vos y luego para los otros. Ahí, en cada poema, nuevamente la loba amamanta y su leche es un poquito menos amarga.
Muchas gracias!
Un abrazo
Amalia Zacoutegui
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