La niña
es un
animal sin piel.
Flor
cerrada
hurgando
sabores de arcana madera.
Un
ángel desmiga panes agrios
Y el
viento fragmenta carne y huesos
Famélicos
perros ladran en su puerta.
Afuera
la noche es un pájaro mendigo.
Ella
bebe la noche
bajo
sauces que desgranan el ayer.
La
obstinada memoria
incita
con perversas caricias
secretas
e injustas leyes.
El
viento decapita violetas y apaga cirios.
La niña
teje y desteje
una
trama de recuerdos.
Inútilmente
chillan los pájaros de Alción.
Inútil
cerrar las ventanas.
Inútil
la plegaria.
En las
profundas aguas de la noche
navegan
los sueños
y el
dios de la muerte devora olvidos.
La
noche es un latido invadiendo derrotas.
Aristas
de hielo se clavan en los ojos de la niña.
Y el
ritual del insomnio alborota la hojarasca
de la
frágil memoria.
Una
mujer solitaria
se
arrodilla frente al fuego que la desgarra.
© Anny
Guerrini
fatal. atrapante. conmovedor.más adjetivos. susana zazzetti
ResponderEliminarTexto fuerte, crudo, surcado de ideas e imágenes originales. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarUna circunstancia muy bien desarrollada. Aunque triste.
ResponderEliminarMantiene la atención.
Un abrazo
Una circunstancia muy bien desarrollada. Lograda.
ResponderEliminarUn abrazo
ResponderEliminarMe encantó este poema Anny querida,y tal vez alguna vez que vengas, puedas leerlo bajo una luna de pájaros.
Un abrazo y Feliz 2017
Lily Chavez